El peso (o la masa) es la condición de lo material. Por ello también de lo que se puede poseer. Se compra, colecciona, acumula peso, y ese peso nos ata cada vez más al lugar donde atesoramos nuestras colecciones particulares.
El museo pesa un millar de gigabytes. Megaátomos, gigamoléculas de carbono, prestigio y tiempo. Las materias aquí incrementan su peso. El peso del símbolo, del tiempo y del polvo se agarran a ellas. Y como pesan tanto, ni intentamos tocarlas: sólo las miramos.
De tanto mirar, empiezo a absorber esa conciencia del peso en mi propio cuerpo. Cuando camino por el museo, la espalda me pesa: me empiezo a convertir en un objeto pesado más.
¿Qué pesa más, una taquilla o su interior? ¿El proyector o la luz que proyecta? ¿El vigilante de sala o su silla (aun estando vacía)? ¿El peine, el viento, o Chillida? ¿Por qué?
PESO